El cuidado de los productos congelados, por parte de la industria de envasado, es vital en la cadena de suministro. Las empresas envasadoras se deben enfocar en la entrega de alimentos que cumplan con los estándares de seguridad, durabilidad y conveniencia requeridos por los consumidores.
Los productos congelados han cobrado popularidad debido a que, al someter los alimentos a bajas temperaturas, se ralentizan los procesos de deterioro y la proliferación de microorganismos que pueden ocasionar enfermedades. Este proceso preserva los nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y proteínas, contribuyendo a una alimentación más saludable.
Además, la versatilidad, conveniencia y flexibilidad que ofrecen los productos congelados para la planificación de comidas, los convierten en la opción ideal para ahorrar tiempo. Es por su alta demanda que las industrias deben asegurar su calidad y preservación.
Para lograrlo, existe una serie de desafíos que las industrias deben solucionar y uno de los más importantes es la implementación de bolsas de envasado específicas para las necesidades particulares de los productos congelados.
¿Importa el tipo de bolsa en la que guarde los productos congelados?
Los productos congelados necesitan bolsas de envasado específicas para la preservación de su calidad, frescura y seguridad durante su almacenamiento. Algunos de los factores en los que influye el tipo de bolsa, son:
Conservación de la calidad: las bolsas de envasado específicas para productos congelados, están diseñadas para resistir las bajas temperaturas y proteger a los alimentos de la formación de hielo y quemaduras por congelación.
Esta característica ayuda a preservar la textura, el sabor, los nutrientes y el aspecto de la comida, manteniéndola en mejores condiciones durante más tiempo.
Protección contra la humedad y la contaminación: como todo envase, debe proteger al producto; sin embargo, difieren del resto de bolsas por ser más resistentes y contar con un cierre hermético, evitando la entrada de la humedad y contaminación cruzada con otros olores en el congelador. Esto permite mantener los alimentos en su estado óptimo, sin bajar su calidad o sabor.
Organización y almacenamiento eficiente: la variedad de tamaños y formas disponibles en los envases de productos congelados, facilita la organización así como el almacenamiento eficiente.
Prevención del desperdicio de alimentos: al implementar bolsas de envasado específicas, se reduce el riesgo de desperdicio de comida. Tienen características que proporcionan una barrera de protección adecuada, prolongando la vida útil de los alimentos y permite conservarlos en mejores condiciones.
Es especialmente importante cuando hablamos de alimentos perecederos, ya que la pérdida de calidad puede llevar al descarte de alimentos que, de otro modo, podrían haberse consumido.
Características básicas de las bolsas para productos congelados
Antes de implementar un tipo de bolsa para envasar productos congelados, es necesario verificar que cumpla con algunas características básicas que garanticen la calidad y seguridad de los alimentos.
Material resistente al frío: es importante que el envase esté fabricado con un material adecuado para resistir las bajas temperaturas del congelador. Comúnmente se utilizan materiales plásticos como polietileno de baja densidad (LDPE) o polietileno de alta densidad (HDPE), los cuales son flexibles y resistentes al frío.
Cierre hermético: un cierre hermético es esencial, pues es necesario impedir la entrada de aire y la salida de la humedad de los productos congelados. Esto ayuda a mantener la frescura de los alimentos y a prevenir la formación de cristales de hielo.
Resistencia a la humedad y la grasa: como mencionamos anteriormente, es importante que las bolsas sean resistentes a la humedad y grasa para proteger a los alimentos de la contaminación y evitar la transferencia de sabores y olores no deseados.
Grosor adecuado: las bolsas de envasado deben ser lo suficientemente gruesas para brindar una buena protección a los alimentos, evitando la perforación o desgarro durante su almacenamiento y manipulación en el congelador.
Etiquetado: que cuenten con un área designada para etiquetar la fecha de congelación, el contenido y otra información, facilita la identificación y seguimiento de los productos congelados.
Tamaño adecuado: es necesario contar con bolsas disponibles en diferentes tamaños, que le permitan adaptarse a una variedad de alimentos. De esta forma, se puede aprovechar un almacenamiento eficiente y se evita el desperdicio de espacio.
Tipos de bolsas envasadoras para productos congelados
Existen varios tipos de bolsas para envasar los productos congelados. De forma general, todos deben contar las características generales que mencionamos en el punto anterior; sin embargo, entre sí existen ciertas diferencias importantes a considerar.
A continuación, te compartimos las más comunes para que puedas escoger las que mejor se adapten a tu producto.
Bolsas de plástico con cierre hermético: están hechas de plástico resistente al frío y cuentan con un cierre hermético que mantiene los productos congelados, frescos y protegidos contra la humedad y los olores.
Bolsas con cierre tipo zip: tienen un cierre tipo zip en la parte superior que se puede abrir y cerrar fácilmente. Son convenientes para envasar una variedad de alimentos, permitiendo tener un acceso rápido y sencillo.
Bolsas de vacío: se utilizan en conjunto con el método de envasado al vacío. Se extrae el aire de la bolsa antes de sellar, ayudando a mantener los productos congelados libres de quemaduras por congelación y evita la formación de cristales de hielo.
Bolsas con cierre adhesivo: cuentan con una tira adhesiva en la parte superior que se usa para cerrar la bolsa luego de colocar los productos en el interior. Son ideales para alimentos pequeños o de porciones individuales.
Bolsas con fuelle lateral: el fuelle lateral permite expandir el espacio interior, por lo que son muy útiles para envasar alimentos voluminosos, como pescados enteros o alimentos en forma de bloque.
Bolsas para envasar al vacío con cierre hermético: están diseñadas específicamente para un uso con sistemas de envasado al vacío. Tienen un cierre hermético en un extremo y, junto con una máquina de sellado al vacío, se extrae el aire de la bolsa antes de sellarla.
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